Titulado así parece un post de carácter escatológico pero nada más lejos de la realidad.
Lo primero, dedicarle este post a @frodo21_ que con alguno de sus posts en Mastodon ha iluminado este relato.
Lo segundo, y principal, dedicarlo a todo el personal médico del hospital Gemelli Isola
que me atendieron de forma impecable y que aún me mantienen bajo control médico.
Los hechos:
Si hay algo que nos avergüenza a los hombres es que alguien vea nuestras intimidades. aún peor, que ese alguien sea una médico mujer.
He aprendido en mis propias carnes que tenemos que ser menos vergonzosos y dejar a los profesionales que hagan su trabajo.
Por otros asuntos me realicé unos análisis que mi médico de cabecera no consideró graves ni me aconsejó nada aun habiendo visto que alguna cosa no iba bien.
Lo que no iba bien y que descubrí a posteriori, era una infección de orina provocada por un pelo cercano al ano que estaba creciendo en dirección contraria y provocando un absceso de pus infeccioso.
Yo tenía previsto un viaje a Roma donde como muchos sabéis vivo a temporadas y con esas compré los billetes y realicé el viaje como previsto.
Durante el viaje, el absceso comenzó a crecer de forma desmedida afectando a toda la zona entre el escroto y el ano y creándome graves molestias, por lo que acudí a un consultorio médico en Roma en el que me atendió una profesional. Mis opciones eran: avergonzarme y marcharme o dejarla hacer su trabajo. Cuando vio el estado del acceso se limitó a hacer un volante de urgencia enviándome a este centro porque ella lo consideraba el más adecuado a lo que vio.
Incluso pasó por alto el servicio de guardia médica para turistasque Roma ofrece a los turistas que permite asistencia médica gratuita si estás en Roma y la necesitas.
Esto fue el viernes 5 de abril a mediodía y a las 14:00 entraba por urgencias.
Tras varias pruebas para determinar la mejor forma de solucionar el problema y deducir que era pus y que no había nada más grave a las 18:00 me hicieron la intervención para abrir y vaciar todo el absceso.
La zona es lo suficientemente peligrosa como para tomar todas las precauciones del caso por lo que me sondaron y dejaron en reanimación controlada con antibióticos en vena durante 2 días y luego me mandaron a planta con sonda y antibióticos hasta el martes pasado que me enviaron a casa.
En el proceso de poner la sonda encontraron otro pequeño problema por el que tendré que volver a hacer una pequeña intervención en unos 15 o 20 días. Mientras tanto, tengo un catéter que me acompañará hasta el fin del proceso.
Podía haber sido grave pero fue cogido a tiempo.
Lecciones aprendidas:
Olvidaos de prejuicios y pensad que cuando un profesional os toca o mira lo hace como profesional y que os va a aconsejar lo mejor.
Que no os dé vergüenza mostrar vuestras vergüenzas si notáis cualquier cosa rara o malformación. Según me contaba uno de los doctores, de vergonzosos están las tumbas llenas por no mostrar lo que nos tocaron al nacer.
Perded la vergüenza y dejad que los profesionales hagan su trabajo sin ponerles dificultades.
Quizás algún día explique lo que he podido vivir ingresado en el hospital con algunos compañeros de reparto capaces de hacer saltar los nervios al más templado. Aun así, todo el personal médico excepto una persona siempre iba al siguiente paciente con una sonrisa en la cara. Yo he optado por dejarles hacer, bromear lo más posible con ellos y hacerles el trabajo lo más llevadero posible.
No tiene precio que alguien se dedique a limpiarte el culo o vaciar la bolsa del catéter. No está pagado ni lo estará que hayan turnos de 12 horas en los que muchos pacientes se creen que son los únicos a atender.
Al final, da lo mismo el país, todo el personal médico está sometido a unas presiones inhumanas y no están lo suficientemente bien pagados como se merecen.
Gracias a todos los que de una forma u otra os habéis interesado y gracias a todos por leer hasta aquí.